lunes, 29 de junio de 2009

Un cierre con olor a Pino

La noche del jueves 25 de junio, estaba próxima y la luna se asomaba, pero esta vez con cara de Solanas. Un gran globo blanco y redondo se agitaba en el cielo con la cara del candidato a diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La Plaza de la República estaba colmada de gente. Mesas con boletas electorales, afiches de Proyecto Sur y algunos videos del reconocido cineasta: “La hora de los hornos”, “Memoria del saqueo”, “Argentina latente”, “La dignidad de los nadies” y “La mayor estafa al pueblo argentino”.
El boceto de aproximadamente mil cuerpos expectantes con distintas expresiones en sus rostros denotaba la excitación que el evento proponía. Chicos pequeños jugando, un borracho bailando, periodistas de distintos medios aguardando atentos, gente cantando, una tarima con luces y parlantes en sus costados y un aire fresco que congelaba los músculos del cuerpo. Esta era la imagen que se grababa en la memoria de aquellos individuos que se mantenían firmes para dejar que el acto final de la jornada comience.
A lo lejos se escuchaba el canto de siete muchachos con aspecto osado e intrépido que aclamaban “Pino, Pino, Pino. Pino corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, mientras agitaban en el aire una bandera con la consigna “Luche y vuelve”. Algunas personas se fueron sumando al cántico, mientras otras sólo gritaban lo que se les presentaba a la mente. “¡Vamos Pino, que hace rato que tenés que estar y que te sigo!” exclamaba una señora con una sonrisa en la cara. “El final de la campaña y el comienzo de una nación” se escuchaba desde uno de los parlantes.
Cerca de las 19, una camioneta se estacionó en la intersección de las Av. Corrientes y 9 de Julio. Salieron primero Julio César Antonio Raffo, cuarto en la lista a Legisladores por la Capital que es además abogado y asesor personal de Solanas, seguido por Fabio Basteiro, primer candidato a legislador, Pablo Gandolfo, jefe de prensa y por último se asomó la ya característica boina tejida negra de Fernando “Pino” Solanas. Se acercaron al escenario, mezclándose entre la gente y junto a ellos subieron todos los candidatos a diputados nacionales y legisladores por Proyecto Sur.
El último acto del día se abría con fuegos artificiales y todo parecía encajar perfecto en la obra que se montaba.
El primer candidato a Diputado por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue el primero en tomar el micrófono y exponer unas palabras. Agradeció a la gente y comentó sobre su alegría y sorpresa ante los resultados que se venían pronosticando para el domingo. “Vamos a pelearle en cada rincón de Buenos Aires a éste Mauricio Macri. Basta de discursos efectistas y demagógicos. Vamos a construir una ciudad dentro de un país que se transforma”. Luego con la frase “¡fuerza...y el 28 a votar!”, le cedió la voz a Pino. Después de un aplauso cálido, la gente hizo un silencio esperando las palabras del candidato. Aplausos. Gritos. Sonrisas.
Las acusaciones eran muchas y las denuncias también, pero se escuchaban propuestas. Durante los 45 minutos que duró el discurso, Solanas presentó de una manera clara y con un lenguaje cotidiano y esperanzador, las iniciativas del movimiento Proyecto Sur. Con respecto a la salud, habló de la creación de un Sistema Público y Unico de Salud, y la producción pública de medicamentos; en cuanto al sistema educativo hizo énfasis en el aumento del presupuesto en un 30% a fin de mejorar la educación pública, como medio de encarar de raíz el tema de la inseguridad; finalmente, en referencia a la inseguridad se hizo especial hincapié en acabar con la industria del delito, reduciendo la circulación de armas de fuego y el traspaso de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad con los fondos correspondientes. Entre estos temas mencionó también la estatización, la reformulación del sistema tributario y la recuperación de los trenes. “El hambre es un delito…evitable” afirmaba Solanas, seguido de “La Argentina tiene los recursos necesarios para recuperarse siempre que haya decisión política. Tenemos una ciudad ávida de explicaciones sobre qué fue lo que pasó para soportar tanta pobreza y manipulación popular”.
La gente se mostraba predispuesta a escuchar y a participar, y lo hacía de manera espontánea, “no tenemos más alianzas, no tenemos más presión, tenemos un movimiento para la liberación”, agitaban los militantes. No parecía estar el libreto que tantas veces los había traicionado. Se percibía un ambiente con ansias de construir, escribir una nueva historia con el grito de “Piedra libre a la corrupción” y más abajo en una letra pequeña pero legible “A aquellos ciegos que no quieren ver la realidad”.
Pino Solanas exclamó que la Argentina tenía muchas tareas que realizar para llegar a buen puerto, “todo triunfalismo no tiene nada que ver con nosotros, hace tiempo que venimos haciendo la infantería. La conciencia es que estamos construyendo el barquito y que para transformar la Argentina nos falta atravesar el océano”, sostuvo y agregó “el aperitivo de un gran asado que queremos repartirlo entre los 40 millones”, seguido de risas cómplices. Un aliento que se fundía con el viento de la noche, recorría la plaza y penetraba en los oídos para llegar hasta el corazón de las personas con una latente convicción política.
Las últimas palabras fueron “¡Viva la patria!”. Cohetes. Aplausos. El público emocionado se abrazaba. El polvillo de los fuegos artificiales barnizaba la escena y la dejaba a prueba del frío, con un clima alentador hasta el domingo 28 de junio de 2009. Acabados los discursos una murga irrumpió en la plaza, sumando un condimento extra y alegre a los festejos.
Quién sabe lo que sucederá. Como dice un gran canta autor argentino, “la historia se escribe en hojas desordenadas”. Lo que queda ahora es esperar que el destino ayude a que las hojas encajen.

1 comentario:

  1. Lo dicho, publicar hoy una nota del cierre de campaña demuestra la desactualización del blog. Más aún con un cierre como "Quién sabe lo que sucederá. Como dice un gran canta autor argentino, “la historia se escribe en hojas desordenadas”. Lo que queda ahora es esperar que el destino ayude a que las hojas encajen", publicado con los números ya puestos.

    La nota está bien, pero publicada hoy obviamente que pierde su fuerza y vigencia.

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